El fiscal Jorge Carrasco escuchó como fueron los últimos años de la vida de Gissell Tatiana Barrionuevo Núñez, de 17 años. El desgarrador relato fue realizado por Norma Beatriz Núñez, la víctima del homicidio. “Mi hija comenzó a desaparecer de casa desde hace unos cinco años, cuando empezó a tener problemas de adicciones”, explicó la mujer con lágrimas en los ojos.
Gissell vivió un infierno antes de ser asesinada en Monteros
En la Justicia también contó que ella misma era la encargada de realizar las denuncias cada vez que se fugaba del hogar. “Hizo varios tratamientos que luego abandonaba. En la guardia del hospital de Monteros fue desintoxicada varias veces. Conseguí que a través de una orden judicial la internaran en diciembre pasado en el Hospicio del Carmen. Pero se escapó en enero”, comentó.
La mujer dijo que una vez fue amenazada por una joven cuando buscaba a su hija. “Si seguís haciendo denuncias no la verás nunca más viva, fue el mensaje que me dieron. Varias veces le pregunté quiénes eran sus amigos de la droga, pero nunca me decía porque sabía que los denunciaría”, agregó.
Núñez relató además la dolorosa confesión de su hija: “una vez no pudo más y me contó llorando que las tres personas que están acusadas de matarla la vendían por $ 300 a los hombres de la ciudad. Ella siempre se manejaba en la casa de ‘Lulo’ y de ‘Pony’ y le daban para vender y para que ella consuma. Siempre venía con ropa nueva y cuando le consultaba de dónde había sacado el dinero para comprarla, me contestaba que se la habían regalado sus amigas”.